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Analisando as vulnerabilidades
En el acto inaugural del XI Congreso Nacional sobre VIH/sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual, realizado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el director regional del Programa Conjunto de las Naciones Unidad sobre el VIH/sida (Onusida), César Núñez, precisó que en los últimos años se han reducido en 17 por ciento las nuevas infecciones por VIH. En su informe sobre el contexto global de la epidemia, Núnez relató que en el África Subsahariana el número de nuevas infecciones disminuyó a cerca de 15 por ciento, dato que representa alrededor de 400 mil personas. En Asia Oriental esa cifra bajó 25 por ciento, en Asia Meridional, 10 por ciento, y en Europa Oriental la epidemia se ha estabilizado. “La presencia del tratamiento está teniendo efecto. Algunas de las medidas de prevención también están teniendo impacto”, consideró el representante oficial. En cuanto a América Latina, el director regional de Onusida expuso que anualmente hay 170 mil nuevas infecciones. El año pasado, hubo 140 mil. En esta región viven aproximadamente dos millones de personas con VIH y la prevalencia está en 0.6 por ciento, informó. Al tomar la palabra, llamando la atención acerca de la importancia de eventos como este para la movilización de la sociedad civil, la activista Susana González destacó la situación del sector que representa: “Las mujeres en Chiapas no somos escuchadas. Siempre nos han cerrado las puertas. Ahora es el momento que nosotras alcemos nuestras voces y nos unamos”. Usuarios de Drogas Inyectables Se calcula que en el mundo hay alrededor de 13 millones de usuarios de drogas inyectables (UDI); sin embargo, los programas de prevención del VIH sólo llegan a un cinco por ciento de esta población, señaló María Elena Ramos Rodríguez, del Programa Compañeros, de Chihuahua. La activista calculó que la población de UDI en México está entre 53 mil y 93 mil personas. Los estados fronterizos del norte de México son los que registran más casos de UDI, cuyos “focos rojos” están en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Baja California, entidades que registran la mayor prevalencia a nivel nacional, expuso. En entrevista con el CLAM, Ramos comentó que las estadísticas sobre los UDI “muestran el grado de desinterés que hay en una población víctima de las escasas políticas de desarrollo. Las personas que se involucran en el consumo de drogas no tienen oportunidades, medios de recreación, ni servicios y llegan a un deterioro porque no hay un Estado que dé respuesta a sus problemas”. La visión moralista, dijo, define al consumo de drogas como un acto ilegal, que afecta a las familias. En este contexto, se ubica la lucha contra el narcotráfico iniciada por el presidente del ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa. Así, las ciudades con mayor consumo de drogas, como Tijuana, Ciudad Juárez, Matamoros y Reynosa, hoy están “invadidas” por el Ejército y la Policía Federal Preventiva (PFP), que persiguen a los usuarios de drogas y no a quienes son dueños del negocio del narcotráfico, señaló. De acuerdo con la activista, las fuerzas militares y la PFP van a los “picaderos” a golpear, torturar y humillar a los UDI. Los trasladan a las unidades de detención, los desnudan y los exponen a la intemperie, sin tomar en cuenta el síndrome de abstinencia. La finalidad de los maltratos es obligar a las víctimas a declarar quién es su vendedor de droga. Hombres que tienen sexo con otros Hombres Menos de uno por ciento de los recursos de América Latina y el Caribe se destina a estrategias preventivas del VIH dirigidas a hombres que tienen sexo con hombres (HSH), a pesar de que esta población representa alrededor de 25 por ciento de las personas seropositivas que viven en la región, señaló Esther Corona Vargas, titular del Comité de Relaciones Internacionales de la Asociación Mundial para la Salud Sexual. La especialista dijo que en la región, la prevalencia del virus en HSH es entre 5 y 25 veces mayor que entre otros varones. En México, la población de hombres con prácticas homosexuales constituye cerca del 63 por ciento de los casos de VIH positivo; sin embargo, investigaciones han revelado que sólo 35 por ciento de los HSH conoce su estado serológico, aunque 30 por ciento reporta haber consumado coito anal sin protección con su última pareja sexual. Aunados con este panorama, los prejuicios sexuales, la homofobia, la misoginia, la estructura patriarcal, los valores antidemocráticos de la región y la discriminación son obstáculos para programas y servicios enfocados a HSH, expuso Corona. A su vez, Ken Morrison, de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, dictó una serie de recomendaciones para las organizaciones civiles que trabajan por la prevención del VIH en HSH: propuso que realicen intervenciones basadas en evidencia científica; evalúen el impacto de sus proyectos; rindan cuentas; eviten pugnas políticas que se traduzcan en “pérdida de energía”; y establezcan alianzas con la academia, permitiéndose ser autocríticas. Mortalidad de mujeres con VIH, 24 por ciento mayor que en hombres seropositivos La mortalidad de mujeres con VIH es 24 por ciento mayor que en hombres seropositivos, según el Registro Nacional de Casos de Sida. La cifra está relacionada con los roles de género, el machismo y la misoginia, señaló Claudio Dávila Cervantes, del Colegio de México (Colmex). El especialista dijo que “las mujeres pueden tener un mayor riesgo de muerte debido a su carga doble. Es decir, trabajan afuera de la casa y tienen trabajo doméstico, lo cual puede provocar gran desgaste físico que les puede provocar un debilitamiento para resistir la enfermedad”. Entrevistado por el CLAM, el investigador del Colmex reconoció que existe la posibilidad de un trato diferenciado en los servicios de salud hacia hombres y mujeres motivado por el machismo. Al respecto, la doctora Griselda Hernández Tepichín, directora de Atención Integral del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (Censida), comentó que las trabajadoras sexuales son altamente estigmatizadas, de tal suerte que el personal médico les niega acceso a los servicios públicos. Las mujeres acuden más a los servicios de salud que los varones; pero no para tomar en cuenta sus propias necesidades médicas; sino para atender los problemas de su familia, mencionó la funcionaria federal. “Como tienen que atender al marido, a los hijos, los trabajos de la casa, se les olvidan los medicamentos, y después tenemos complicaciones de algunos medicamentos que forzosamente deben ser consumidos junto con alimentos o con cierta cantidad de agua”, expuso. El factor socioeconómico y la escolaridad influyen en la adherencia al tratamiento antirretroviral, lo cual se torna alarmante, dado que la gran mayoría de las mujeres que viven con VIH pertenecen a estratos “débiles”, añadió la doctora Hernández. Sobrevida de seropositivos incrementada en cerca de 45 por ciento Con el acceso universal a los antirretrovirales, la sobrevida de seropositivos se ha incrementado en cerca de 45 por ciento, explicó Claudio Dávila Cervantes. El experto expuso que, según el Registro Nacional de Casos de Sida, a mayor escolaridad, el riesgo de muerte disminuye. Una persona que tiene secundaria o carrera técnica tiene una posibilidad de fallecer prematuramente 12 por ciento menor a diferencia de una que sólo estudió la primaria. El riesgo de mortalidad de quien cuenta con bachillerato es 20 por ciento menor con respecto a la gente con primaria terminada y un profesional reporta una probabilidad 22 por ciento menor en comparación con quien únicamente cursó la enseñanza básica, ejemplificó el académico del Colmex. Para el doctor Luis Soto, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, la mortalidad de seropositivos es mayor en las personas que llevan cerca de 20 años de terapia anti-sida, pues “fueron pacientes que no fueron tratados por completo con un esquema óptimo; no porque no quisiéramos, sino porque en ese momento no existía”. De acuerdo con el experto, las personas que iniciaron su terapia antirretroviral en la época de tratamiento universal –a partir de 2003– tienen mayores probabilidades de sobrevida. No obstante, también es necesario poner atención en el apego al tratamiento, que depende de la prescripción médica, del paciente y del abasto de fármacos en el sistema de salud. Se ha estimado que las personas con VIH actualmente tienen una sobrevida de aproximadamente 30 años; sin embargo, “estamos escribiendo la historia”, pues la terapia empezó a darse masivamente en 1996, por lo que “el más viejo” tiene 13 años de tratamiento. En contraste, al inicio de la epidemia los pacientes sólo vivían en promedio dos años. México recibirá 70 millones de dólares del Fondo Mundial de Lucha contra Sida, Tuberculosis y Malaria El Fondo Mundial de Lucha contra Sida, Tuberculosis y Malaria financiará con 70 millones de dólares las estrategias que México realice durante los siguientes cinco años para prevenir la transmisión del VIH/sida entre HSH y UDI. El Fondo Mundial financia proyectos de países de bajos ingresos y, principalmente de aquellos donde la prevalencia de la enfermedad es superior a 5 por ciento de la población. El Censida gestionó desde hace varios años que se tomara en cuenta la situación de México, principalmente por los casos de los HSH y UDI. El apoyo del organismo internacional se divide en dos periodos. El primero es de dos años, durante los cuales se recibirán 31 millones de dólares. Una evaluación sobre los avances y resultados obtenidos en este ciclo determinará la continuación de la ayuda hasta completar 70 millones de dólares. Los recursos aprobados por el fondo mundial se entregarán a México en el segundo semestre de 2010. México es el representante de América Latina ante el Fondo Mundial para el Sida, Tuberculosis y Malaria En la ceremonia oficial del Día Mundial de Lucha contra el Sida, realizada este 1 de diciembre en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, una vez concluido el XI Congreso Nacional sobre VIH/sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual, el Secretario de Salud de México, José Ángel Córdova Villalobos, anunció que México ha sido seleccionado para representar a los países de América Latina y el Caribe en la Junta Directiva del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, Tuberculosis y Malaria. El funcionario mencionó que este liderazgo de México en la región constituye una “responsabilidad” ante el mecanismo de financiamiento de salud “más grande del mundo”. Córdova también recordó que México es titular del Secretariado Ejecutivo encargado de darle seguimiento a la Declaratoria Ministerial “Prevenir con Educación”, firmada en la capital del país por diversas autoridades de Salud y Educación de la región el año pasado en el marco de la XVII Conferencia Internacional de Sida. Durante su discurso, un grupo de jóvenes activistas que participaron durante la mañana en la Marcha del Día Internacional de Lucha contra el Sida, levantó pancartas con diversos mensajes: “Educación para la prevención, queremos que se cumpla la declaración”; “Condones y anticoncepción de emergencia son nuestros derechos. Sí a la Cartilla Nacional de Salud”; “Pasemos de la Declaración a la acción”; “Salud, Educación, cumplan la Declaración”. Por su parte, José Antonio Izazola, titular del Censida, anunció que en el marco del 1 de diciembre, la Ssa lanza la campaña “Detengamos al sida: sin discriminación ni homofobia”, que se transmitirá en los tiempos oficiales del Estado. Arnaud Peral, presidente del Grupo Temático de VIH de Naciones Unidas en México, destacó que a 38 años “los esfuerzos no han sido suficientes. El virus sigue abriendo camino entre nuestras poblaciones y el estigma y la discriminación siguen socavando las iniciativas que pretenden reducir la epidemia”. Publicada em: 02/12/2009 |