En la semana en que se conmemora el 8 de marzo, día internacional de la mujer, representantes de organizaciones feministas de América Latina hablan de la situación actual de la mujer en la región y sobre la agenda del movimiento feminista en sus países frente a los desafíos que se presentan en la actualidad. Fueron oídas en esta entrevista las opiniones de Adriana Gómez, de la Red de Salud de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), de Chile; Gina Vargas, diretora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, de Peru; Madalena Guilhon, fundadora y coordinadora general del Fundo Ângela Borba, de Brasil; Marta Alanis, directora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir de la provincia de Córdoba, Argentina y de Olga Amparo Sánchez, de la corporación "Casa de la Mujer", de Colombia.
(Las respuestas fueron mantenidas en el idioma original de cada entrevistada)
¿Cuál es la situación actual de la mujer en su país en relación a los derechos sexuales y reproductivos?
Adriana Gómez - Hay dos temas emblemáticos en Chile. Uno es el de la anticoncepción de emergencia, que ha sido objeto de ataques y cuya distribución ha sido detenida a nivel judicial a raíz de múltiples recursos en su contra. A partir del dictado de las Normas Nacionales de Regulación de la Fertilidad, finalmente se reconoció el derecho de las mujeres, sin discriminación, a acceder a este fármaco. Incluso el de las adolescentes mayores de 14 sin autorización de los padres. Sin embargo, nuevamente nos enfrentamos con un requerimiento ante el Tribunal Constitucional de un grupo de parlamentarios que aduce tratarse de un medicamento que atenta contra la vida. Esto se contradice con la opinión mayoritaria de la población que se pregunta cuándo se podrá lograr efectivamente este derecho.
El otro tema es el del aborto, siendo Chile uno de los países más restrictivos del mundo, ya que no permite el procedimiento por ninguna causal. Eso implica que las mujeres continúen ajenas a las decisiones sobre su corporalidad. En este sentido, creemos que un paso indispensable para ir concretando avances es la tramitación y aprobación del proyecto de Ley Marco de Derechos Sexuales y Reproductivos. Está en el Programa de Gobierno, pero tampoco vemos a ese nivel ningún anuncio concreto. Si tuviéramos esta ley, sin duda nos otorgaría a las organizaciones de la sociedad civil la capacidad de exigir el cumplimiento y pleno respeto de los derechos sexuales y reproductivos, desde un enfoque de derechos humanos.
Gina Vargas - Los derechos sexuales y reproductivos en Perú presentan una coyuntura ambivalente. La resistencia de la clase política se hace eco de la abierta oposición (y poder político) de la Iglesia Católica e iglesias protestantes con relación a estos derechos, particularmente el derecho al aborto. Después de una larga lucha se logró que la anticoncepción oral de emergencia fuera incluida en las políticas de salud, lo cual es un avance significativo, ya que el mismo Tribunal Constitucional se pronunció a favor. Sin embargo, algunas instituciones fundamentalistas han reaccionado fuertemente y una de ellas ha hecho un juicio al Ministerio de Salud exigiéndole que deje de repartir estas píldoras que ellos llaman “abortivas”. Hace pocos días el parlamento rechazó la propuesta de Ley de Igualdad de Oportunidades, donde uno de los puntos más controvertidos fue el de equidad de género y salud sexual y reproductiva.
Con relación al aborto terapéutico, si bien está contemplado en la ley, no cuenta con mecanismos administrativos para hacerlo efectivo, por lo que queda expuesto a la voluntad del personal médico. Los feminismos han denunciado varios casos ante el Tribunal DESC y ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Sin embargo, a pesar de la feroz oposición de grupos fundamentalistas, se ha logrado que entre al debate. Incluso algunos centros de salud como la Maternidad de Lima han enviado una directiva afirmando que se tiene que aplicar el aborto terapéutico cuando sea necesario. En este momento, se está luchando por lograr un Protocolo.
Madalena Guilhon – As duas questões mais importantes e difíceis de avançar na situação atual das mulheres brasileiras em relação à área dos direitos sexuais e reprodutivos, infelizmente ainda são as mesmas de mais de 30 anos atrás, quando a segunda onda do movimento feminista começou no nosso país: aborto e violência. Isso se explica devido à dificuldade que existe em transformar o imaginário popular, a cultura e os costumes de cada sociedade determinada. A luta pelo direito ao aborto legal e seguro tem sido longa, com avanços e recuos, principalmente pela influência das Igrejas, não só nos diferentes grupos sociais mas principalmente em relação à classe política do país. Quanto à violência contra as mulheres, ela não se restringe apenas à violência física (agressões, estupro, morte) mas se inscreve cada vez mais no contexto da violência geral do nosso país, onde o direito de todos de ir e vir em segurança, está seriamente comprometido. Nos últimos anos, outras questões importantes têm vindo a se somar, como o direito à livre opção sexual e a luta contra a feminização da pobreza e o tráfico de mulheres.
Marta Alanís - Durante el último año el contexto con relación a la despenalización y legalización del aborto ha cambiado de manera substancial. Hubo hitos tales como las manifestaciones del Ministro de Salud de la Nación a favor de la despenalización del aborto, su compromiso con la reducción de la mortalidad materna y el acuerdo firmado con los ministros de salud de las provincias en la reunión del COFESA (Consejo Federal de Salud) sobre atención post-aborto y atención del aborto no punible.
Por otro lado, ha habido otros avances en los derechos sexuales y reproductivos. Por ejemplo, la aprobación del Protocolo Facultativo de la CEDAW por ambas cámaras del poder legislativo nacional, hecho muy significativo debido a los esfuerzos de la derecha católica para impedirlo. También ha sido aprobada una ley nacional que permite las ligaduras de trompa y la vasectomía. Finalmente cabe destacar la aprobación de la ley que autoriza la Educación Sexual en las escuelas y el reciente otorgamiento de la la personería jurídica a la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) hecho por la Corte Suprema.
Olga Amparo Sánchez - Colombia se ha presentado como modelo en relación con los logros obtenidos en la reducción de la fecundidad. Sin embargo la reducción de la mortalidad materna no ha sido exitosa y sus actuales tasas hablan de la carencia de una real política para proteger el derecho de las mujeres a la salud y a la vida.
En este sentido y de acuerdo con el documento de Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, las áreas de los derechos sexuales y reproductivos más preocupantes, desde el punto de vista de salud, son la alta tasa de muertes maternas, el aumento de la incidencia de ITS y VIH / SIDA, la falta de servicios de atención integral para adolescentes y el aumento de las tasas de embarazo a edades cada vez más tempranas, el alto porcentaje de embarazos no planeados, la alta mortalidad de mujeres por cáncer de cuello uterino y los altos índices de violencia doméstica y sexual que afectan no sólo las condiciones de salud de las víctimas, sino el ejercicio de los derechos humanos fundamentales, limitando las posibilidades de convivencia social.
¿Cuál es la agenda del movimiento feminista de su país frente a los desafios que se presentan actualmente?
Adriana Gómez - No sé si existe una agenda del movimiento feminista, me parece que esa generalización no corresponde. Sin embargo, actualmente varias organizaciones feministas del área de la salud hemos elaborado una agenda mínima con varios puntos esenciales que queremos trabajar en los próximos meses a través de una interlocución con el Ministerio de Salud. Interlocución que, naturalmente, no nos condiciona ni nos amarra de ninguna forma en nuestras propias actividades y prioridades.
Como su nombre lo dice, es una agenda mínima, en la que se efectúan reclamos con relación a la violencia de género, la anticoncepción, garantías para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, aborto y sida. Si bien en el tema del aborto nos atenemos al hecho de que el gobierno ha sostenido que no habrá ninguna política al respecto, por lo menos durante este período, igualmente colocamos allí algunas exigencias. Por nuestra parte continuaremos, desde nuestra autonomía, trabajando por el derecho al aborto libre y seguro, como un derecho humano de las mujeres.
Gina Vargas - Los feminismos están ubicando su lucha por los derechos sexuales y los derechos reproductivos como parte fundamental de su agenda, ligándolos a la lucha por la ampliación de los derechos ciudadanos y colocándolos como parte de la agenda democrática del país. Se está actuando a diferentes niveles, en alianza con las luchas por orientación sexual y buscando incidencia en los sectores más sensibles del aparato del Estado.
Uno de los ejes levantados en esta lucha es la defensa del estado laico. Hay un trabajo sostenido con y desde jóvenes, mujeres y hombres, cuyas organizaciones están teniendo impacto en los gobiernos locales, a los cuales se han traspasado muchas funciones de salud y educación. Las comunidades LGBTT están activas, y ha comenzado a haber cambios en los imaginarios sociales y políticos. En las últimas elecciones, un partido tuvo como candidatos a un gay, una lesbiana feminista y una trans. En el Día de la Amistad (14 de febrero) ya es costumbre desde hace unos años tener manifestaciones de la comunidad LGBTT, apoyadas por feministas y otros movimientos, que participan en las celebraciones con la consigna “el amor no discrimina”.
Madalena Guilhon – A agenda do movimento feminista nos últimos anos tem sido voltada principalmente para tentar influenciar cada vez mais as políticas públicas nacionais, no sentido de conseguir avanços concretos em uma legislação que dê apoio e proteção à mulher, na implementação dessas mesmas leis e normas e na fiscalização de todo esse receituário legal, de modo a atender os direitos das mulheres brasileiras a uma vida digna. Com essa finalidade têm sido realizados diversos seminários, encontros e conferências, reunindo governos e sociedade, no intuito de atender às demandas do movimento social das mulheres. O mais importante para o movimento feminista brasileiro, hoje, é não perder de vista a sua origem histórica de agente transformador de comportamentos e formar novas lideranças para a sua própria sustentação e continuidade.
Marta Alanís - El movimiento feminista tiene el desafío de “apuntalar” los cambios positivos que se han dado en los últimos meses para evitar la posibilidad de un retroceso frente a la repolitización de los sectores conservadores. La experiencia de movilización que se está llevando a cabo en Argentina con relación al derecho al aborto es mirada con mucho interés por las mujeres latinoamericanas y de otras regiones debido a la gran participación de organizaciones sociales, de derechos humanos, feministas, sindicalistas, etc.
Creo que la agenda feminista debe profundizar las alianzas con los movimientos sociales, de derechos humanos y aliados en el gobierno sea nacional, provincial o local; trabajar por la justicia económica para que los derechos conquistados no queden en el plano formal sino que sean de aplicación real; lograr una incidencia política en todos los sectores de toma de decisión; fortalecer al movimiento feminista y movimiento amplio de mujeres; trabajar para que sea real en las mujeres la autonomía económica, el control de su fecundidad y el acceso a la toma de decisiones en los diversos espacios; desarrollar un trabajo más sistemático con mujeres de sectores populares y sostener y aumentar la presencia en los medios de comunicación masivos para educar, denunciar y crear opinión favorable a los derechos sexuales y reproductivos.
Olga Amparo Sánchez - No podría hablar de la agenda de movimiento feminista colombiano, dada su diversidad en posturas políticas y en agendas. Por otra parte sí puedo situar algunas tensiones para la elaboración de las agendas tales como las definiciones de sexualidad, el papel de la sexualidad en el sistema político, la liberación del “deseo femenino, y la aceptación de la diferencia sexual, la relación entre el Estado y la normalización de la sexualidad, los instrumentos internacionales de Derechos Humanos y los Derechos Sexuales de las Mujeres, el no reconocimiento de otras formas de familia y parejas y diferencia de intereses entre los puntos de vista de los grupos demográficos y el movimiento feminista en lo referido a la autonomía reproductiva y sexual de las mujeres.
Creo que las feministas somos conscientes que no existirá ley capaz de dar valor a la sexualidad, a la autonomía, a la identidad de las mujeres si no estamos reconocidas socialmente. Este es uno de los obstáculos a superar, para que el ámbito jurídico político sea un instrumento para la transformación de la situación de subordinación y opresión que viven las mujeres y para el pleno ejercicio de una sexualidad libre y autónoma.